Para comenzar debemos recordar
que Sherlock Holmes es aficionado a la observación y deducción, es decir, al
método deductivo.
Al ocurrir el crimen de Jardines
de Lauriston pudimos notar que Sherlock Holmes observa cuidadosamente el
sendero, cosa que no hacen los miembros de Scotland Yard , es aquí donde usa el
método antes mencionado. Cuando entra a la escena del crimen analiza perfectamente
la situación en la que se encuentra, es decir, el cuerpo y los múltiples
detalles de dicha escena, es de donde puede crear una hipótesis basada en la
descripción del evento, entonces, utiliza el método abductivo, el cual lo lleva
a publicar en el periódico la aparición de un anillo teniéndole así una trampa
al asesino y aunque la trampa no salió bien, también pudo sacar conclusiones de
ella.
Sabemos que los miembros de
Scotland Yard se dieron a la tarea de investigar únicamente las últimas horas
del hombre asesinado y no le dieron tanta importancia a la escena del crimen, a
diferencia de Sherlock Holmes pues el sí le dio importancia a esos detalles y
con base a el anillo pudo observar que se trataba de un crimen de venganza
donde el motivo era una mujer.
Después de la trampa y como ya
habíamos mencionado, Sherlock Holmes se fue a investigar la vida amorosa del
hombre asesinado y puso en marcha su plan (que aún no se sabía cuál era) para
atrapar al asesino mientras que los hombres de Scotland Yard se fueron por
pistas falsas.
Al ocurrir el segundo asesinato
los detectives de Scotland Yard quedaron desconcertados ya que eso no encajaba
en las hipótesis que había hecho del asesino, sin embargo, a pesar de que ese
segundo evento no lo sospechaba Sherlock Holmes de inmediato se dio cuenta de
que no habría un tercer asesinato y además cuando llegaron los detectives y mando al cochero subir por sus maletas les
mostró el desenlace del crimen para el cual tuvo que hacer uso del método
inductivo, logrando así la resolución de éste.
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